El drenaje linfático es una técnica terapéutica que ha ganado popularidad en los últimos años debido a sus numerosos beneficios para la salud. En este artículo, exploraremos en detalle qué es el drenaje linfático, sus diferentes modalidades, sus beneficios comprobados, las contraindicaciones que debes tener en cuenta y algunos consejos importantes antes de tu primera sesión.
El drenaje linfático es una técnica terapéutica de masaje que tiene como objetivo estimular el sistema linfático para mejorar el flujo de la linfa, un líquido que transporta nutrientes, desechos y toxinas por todo el cuerpo. Este sistema es crucial para la función inmunológica y el drenaje de fluidos, por lo que un drenaje linfático adecuado puede ayudar a mejorar la circulación, reducir la retención de líquidos, eliminar toxinas y fortalecer el sistema inmunológico.
Además, el drenaje linfático es recomendable para eliminar la celulitis y mejorar sus efectos, así como para tratar edemas postoperatorios o cicatrices, gracias a su capacidad antiinflamatoria y analgésica en las fibras musculares lisas.
Existen dos maneras de realizar este tratamiento terapéutico: le drenaje linfático manual (DLM) y el realizado con aparatología especializada, como la presoterapia.
El drenaje linfático manual lo lleva a cabo un/a fisioterapeuta especializada que realiza con suaves movimientos circulares, repetitivos y de bombeo con las manos. El profesional puede analizar las zonas de mayor afección, adaptando y focalizando la terapia a las necesidades de cada paciente.
Por otro lado, el drenaje linfático realizado con un aparato de presoterapia utiliza un traje pneumático que efectúa bombeo y presión controlada y agradable para estimular el sistema linfático. Con programas personalizables estimulan el sistema circulatorio, contribuyen a la eliminación de líquidos, mejoran la apariencia de la piel y consiguen un efecto de relajación y bienestar, por lo que está muy indicado en problemas como piernas cansadas, edema, celulitis, etc.
En consecuencia, ambas modalidades son efectivas y pueden ser utilizadas para distintos momentos del tratamiento de manera combinada, complementaria o única, según las necesidades específicas de cada paciente.
Los beneficios del drenaje linfático son numerosos y están respaldados por la investigación científica. Algunos de los beneficios más comprobados incluyen:
- Reducción de la retención de líquidos y la hinchazón
- Mejora de la circulación sanguínea y linfática
- Estimulación del sistema inmunológico
- Alivio del dolor y la inflamación
- Mejora de la apariencia de la piel, incluida la reducción de celulitis y la piel de naranja
- Mejora el bienestar general
- Contribuye a la relajación y a la reducción de estrés
Aunque el drenaje linfático tanto manual como con aparatología puede ser beneficioso para muchas personas, existen algunas contraindicaciones importantes a tener en cuenta. Así, las personas que sufren:
- Infecciones agudas
- Trombosis venosa profunda
- Insuficiencia cardíaca congestiva
- Cáncer o tumores activos
- Flebitis
- Hipertensión o hipotensión no controlada
Deben consultar con un profesional de la salud antes de someterse a un drenaje linfático para asegurarse de que no existan contraindicaciones que puedan poner en riesgo tu salud.
El drenaje linfático es una parte fundamental en la fisioterapia postoperatoria en cirugía estética. En el postoperatorio de cirugía plástica, este masaje permite reducir edemas, mejorar la circulación y acelerar la recuperación. Ayuda a regenerar los capilares y vasos linfáticos dañados, mejora la sensibilidad de la piel y previene complicaciones.
Aunque asociamos el drenaje linfático a un tipo de terapia corporal, lo cierto es que puede realizarse en cualquier parte del cuerpo, especialmente después de una cirugía en el que haya inflamación. Es por ello que se recomienda en el postoperatorio diversas cirugías como abdominoplastias o la liposucción, pero también en cirugías faciales como el lifting facial, la blefaroplastia o la rinoplastia. Y en el postoperatorio de aumento de pecho, mastopexia o reducción mamaria, entre otros.
Por todo ello, es esencial que el drenaje linfático y el postoperatorio sea realizado por profesionales capacitados para garantizar una recuperación óptima.
Antes de tu primera sesión de drenaje linfático, es importante seguir estos consejos:
1. Antes de comenzar cualquier tratamiento, asegúrate de hablar con un profesional de la salud para discutir tus necesidades y expectativas.
2. Hidrátate adecuadamente bebiendo suficiente agua antes y después de tu sesión para ayudar a facilitar la eliminación de toxinas.
3. Evita comer en exceso, así como renuncia a las grasas saturadas para evitar la sensación de pesadez durante el tratamiento.
4. Usa ropa cómoda para garantizar tu bienestar.
5. Mantén una actitud relajada: Durante la sesión, intenta relajarte y permitir que el terapeuta realice los movimientos necesarios para estimular tu sistema linfático.
Siguiendo estos consejos y eligiendo un profesional capacitado, puedes aprovechar al máximo tu experiencia de drenaje linfático y disfrutar de sus numerosos beneficios para la salud.
¿Necesitas más información sobre el drenaje linfático? Ponte en contacto con nosotros y solucionaremos tus dudas.