Se deberán seguir las recomendaciones de limpieza e higiene para no dañar la zona en el proceso de cicatrización. También es importante que durante los primeros días del postoperatorio no se hagan movimientos bruscos ni se levante peso considerable. Tampoco es recomendable conducir hasta transcurridos entre los 10 y 15 días.

Deberás dormir boca arriba como mínimo durante el primer mes después de tu mamoplastia. Sin embargo, esto siempre dependerá de la recuperación de cada paciente, por lo que tu cirujano te dará las indicaciones más pertinentes según tu caso.

Después de la intervención, saldrás con un sujetador postoperatorio y una banda pectoral para proteger el pecho, reducir la inflamación y ayudar a la correcta ubicación de las prótesis mamarias. Es importante que tanto la banda como el sujetador se usen como mínimo durante las 24 horas del día de las primeras 4 semanas después del aumento de mamas. Estos solamente pueden ser retirados para ducharse.

Los pechos recién operados suelen parecer más altos y grandes de lo que serán cuando desaparezca la inflamación. La inflamación del tejido mamario después de este tipo de operación puede durar de tres a ocho semanas, dependiendo de las características únicas de cada persona. Hay que tener en cuenta que, a pesar de que la inflamación se produce en todos los casos, cada paciente lo vive distinto y se recupera a su debido tiempo.

Una vez retirados los drenajes, la recuperación de la paciente es mucho más rápida. Pasados 10 días de la cirugía de aumento de mamas se empieza a notar la bajada de la inflamación. En un mes, cuando se retiran las bandas y el sujetador, se empiezan a apreciar los resultados de la operación de pecho. Aunque no será hasta los 6 meses cuando se podrá ver el pecho recuperado al 100%.

Depende de cada caso concreto. Hoy en día, las prótesis mamarias están hechas para durar toda la vida. No obstante, como todos los demás materiales, también pueden sufrir desgastes. Es en esos casos en los que se deben cambiar los implantes, pero no hay ninguna fecha en concreto para ello.

Recuerda realizar un seguimiento anual para revisar tus implantes y mantener un resultado excelente.

En España, es posible realizarse una operación de aumento de pecho a partir de los 18 años, cuando se considera que la persona puede tomar decisiones sobre su cuerpo de manera autónoma. Sin embargo, en casos excepcionales y bajo recomendación médica, el procedimiento podría realizarse antes de los 18 años con el consentimiento de los padres o tutores legales.

La pérdida de sensibilidad en el pezón puede ser un efecto secundario después de una cirugía de aumento de pecho, aunque no es común. Esta pérdida de sensibilidad puede ser temporal, por la inflamación o irritación de los nervios. En la mayoría de los casos, la sensibilidad vuelve con el tiempo, a lo largo de los siguientes meses. En situaciones muy excepcionales y poco frecuentes, la pérdida de sensibilidad podría ser permanente si la cirugía implicó manipulación cerca de los nervios.

Para prevenir la contractura capsular, es importante que sigas las indicaciones postoperatorias de tu cirujano, mantengas una buena higiene, realices masajes si te los han recomendado, y acudas a las revisiones periódicas.

Sí, en la mayoría de los casos es posible dar el pecho tras el aumento, especialmente si las prótesis han sido colocadas por vía submamaria (por debajo del pliegue del pecho) o submuscular, ya que estas técnicas tienden a interferir menos con las glándulas mamarias y los conductos galactóforos. Aún así, es importante recordar que la lactancia también depende de otros factores como la salud en general y la producción de leche de la madre.

Si tienes planes de amamantar en un futuro y es un tema que te preocupa, puedes comentarlo con el cirujano antes para estar más tranquila.

Es importante dejar que tu cuerpo se recupere completamente antes de retomar cualquier actividad física. Generalmente, los médicos recomiendan esperar entre 4 y 6 semanas para realizar ejercicios intensos o deportes, pero tardar más o menos a recuperar tu actividad normal, depende de cada persona. Lo más importante es escuchar a tu cuerpo y empezar con actividades ligeras como caminar, pero es importante consultarlo todo con tu médico o cirujano.