Operación de pecho y la lactancia materna natural es un tema que está presente en muchas consultas de mujeres que buscan tener un pecho más bonito sin renunciar a poder amamantar a sus hijos en un futro. Y es que las intervenciones de cirugía estética mamaria son cada vez más frecuentes en todo el mundo, destacando la popularidad del aumento de pecho, la mastopexia y la mamoplastia de reducción. Sin embargo, muchas de las mujeres que consideran someterse a una de estas cirugías tienen dudas sobre la compatibilidad de estas intervenciones quirúrgicas con la lactancia materna.
Antes de saber en qué casos la cirugía de pecho afecta o no a la lactancia, debemos tener en cuenta que hay mujeres que sin someterse a ningún tipo de cirugía de pecho no producen suficiente leche como para amamantar a sus bebés. Hay mujeres que como consecuencia de ciertas circunstancias físicas (como la hipoplasia mamaria), de salud (como las alteraciones de la glándula tiroides), ambientales o emocionales (como estrés o la depresión postparto) pueden sufrir hipogalactia, es decir, baja producción de leche.
Pero también es cierto, que las operaciones de pecho pueden alterar esta capacidad. Por ello es muy importante informarse bien si decides realizarte una cirugía mamaria y tienes pensado dar el pecho a tu bebé en un futuro. La capacidad que presenta una mujer para amamantar tras una cirugía mamaria depende de varios factores entre los que destacan: el tipo de intervención, la técnica utilizada, así como la cantidad de tejido mamario que se elimina en los casos de mastopexia y mamoplastia de reducción.
Las mujeres intervenidas de aumento de pecho suelen tener más facilidad para conseguir una lactancia materna satisfactoria que las intervenidas de otros tipos de cirugías mamarias. Esto se debe a que la técnica quirúrgica no suele manipular la glándula mamaria y por lo tanto no afecta a la capacidad de secreción de la leche. Por este motivo, hay que tener en cuenta que las posibilidades de lactar aumentan si las prótesis se colocan detrás del músculo y cuando realizamos un abordaje quirúrgico que no comprometa al pezón, como por ejemplo en la vía axilar.
Según las estadísticas, el 93% de las pacientes con implantes mamarios no presentan dificultad para conseguir una lactancia materna o mixta en los días posteriores al parto. Además, es importante saber que las prótesis mamarias no afectan a la calidad ni a la composición de la leche materna.
En el caso de intervenciones quirúrgicas como la mastopexia y, sobre todo, la reducción mamaria puede haber una mayor dificultad para conseguir una lactancia materna natural satisfactoria, ya que la técnica quirúrgica conlleva la eliminación de parte de la glándula mamaria.
Sin embargo, la capacidad para lactar está más relacionada con la presencia de lóbulos glandulares, conductos galactóforos que conecten los lóbulos al pezón y la sensibilidad del mismo, que con la cantidad de glándula mamaria.
Uno de los factores que más afecta en este tipo de intervenciones es la reubicación del complejo areola – pezón (CAP), que puede variar dependiendo de la anatomía de la paciente y la técnica quirúrgica utilizada. En este sentido, la mayoría de las técnicas utilizadas actualmente intentan preservar al máximo las propiedades de la glándula mamaria.
Si estás pensando en realizarte una cirugía de pecho y quieres amamantar a tu bebé, te recomendamos que hables con tu cirujano plástico antes de la intervención para poder conocer todos los factores que pueden afectar a la lactancia materna natural.
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