El lipedema es una condición médica crónica en la que se produce una acumulación anormal de grasa en las extremidades inferiores, en particular en las caderas, los muslos y las pantorrillas. Esta acumulación de grasa es simétrica y puede afectar a ambas piernas. El lipedema es más común en mujeres y se cree que puede ser hereditario. Es un trastorno distinto al de la obesidad, ya que la acumulación de grasa no responde a la dieta ni ejercicio, y a menudo conduce a la deformidad y dolor crónico en las piernas. Normalmente se asocia con edema, es decir, la hinchazón de las piernas, y puede ser doloroso al tacto. Aunque el lipedema es una enfermedad progresiva, en IM CLINIC te ayudamos a tomar medidas para controlar los síntomas e incluso mejorar tu calidad de vida de forma notable.

La operación de lipedema se realiza con una técnica de liposucción asistida por vibración o PAL, empleando una pequeña cánula que sirve para eliminar la grasa subcutánea y aliviar la presión que existe en las zonas donde está dicha acumulación adiposa. De esta forma, se logra que el exceso de volumen localizado en las extremidades, se retraiga. Mediante esta técnica se llevan a cabo incisiones de muy pocos milímetros en zonas estratégicas, sin dañar los tejidos ni los vasos linfáticos. Así pues, se consiguen unas cicatrices totalmente disimuladas y prácticamente imperceptibles. Es un tratamiento seguro y efectivo para tratar esta dolencia.

Se puede diferenciar entre lipedema o celulitis con una evaluación médica completa y precisa. El médico será la persona encargada de evaluar y determinar si padeces o no lipedema. Aun así, presentar síntomas como dolor, pesadez o picor; ayudan al diagnóstico.

Sí, aunque lo más habitual es que se de en las piernas. Aunque, en algunas pacientes, se manifiesta en las extremidades superiores: los brazos.

Sí, es posible mejorar los síntomas de la enfermedad, pero la única forma de eliminar los cúmulos de grasa es con cirugía.

Sí, la compresión mejora algunos de los síntomas que se asocian al lipedema. Eso sí, la comprensión no te ayudará a reducir el volumen graso. Para ello, será necesario un tratamiento quirúrgico.

Existen tratamientos conservadores, que persiguen mejorar los síntomas de la enfermedad. Entre ellos, los drenajes linfáticos manuales o las medias de compresión, los cuales ayudan a reducir los síntomas y alivian el dolor de forma temporal, pero no reducen de forma pronunciada el volumen adiposo.

Si con los tratamientos anteriores no se mejora la calidad de vida de la paciente, se recomienda plantearse una cirugía de lipedema.

El resultado se puede apreciar casi al instante. Nada más finalizar la cirugía estética se empieza a observar una transformación significativa en las extremidades, sobre todo en los muslos y rodillas.

Después de que desaparezca la inflamación provocada por la operación de lipedema, la paciente sentirá una significativa reducción de los síntomas y una mejoría en el dolor, la pesadez, el aumento de sensibilidad, entre otras molestias.

De este modo, los resultados son muy evidentes, no solamente a nivel físico, sino también a nivel anímico, puesto que afecta positivamente en la autoestima y el estado de ánimo de la paciente.

Si sufres esta enfermedad o crees que puedes sufrirla, solicita una visita en IM CLINIC para que el equipo médico pueda realizar una valoración.