La otoplastia es el nombre técnico de la operación de orejas. Esta operación consiste en remodelar de una forma natural el pabellón auricular. Esto se consigue mediante pequeños instrumentos que nos permiten el raspado del cartílago auricular para que vaya doblándose según sea necesario para conseguir el resultado buscado. El exceso de piel de detrás de la oreja se eliminará y suturará dejando la cicatriz en el surco que forma la oreja con la cabeza, por detrás. De esta manera, se consigue que no sea visible.

La otoplastia puede llevarse a cabo a cualquier edad, siendo más demandada entre niños y niñas de entre 8 y 14 años, por los problemas y complejos que les acarrea. De hecho, una operación de orejas se la puede realizar cualquier persona que tenga unas orejas excesivamente despegadas de la cabeza, que tengan un tamaño excesivo o un defecto estético.

Entre todos los beneficios destaca la mejora de la autoestima, ya que muchas personas ganan confianza al sentir que sus orejas tienen una apariencia más armoniosa y proporcionada. Además, los resultados de la otoplastia suelen ser muy naturales.

Al principio y durante las primeras cuarenta y ocho horas, el paciente guardará reposo absoluto en casa, poniendo especial atención a la posición de la cabeza al dormir. Deberá llevar un vendaje que le será retirado al cabo de las 24 o 48 horas siguientes a la intervención. Es posible que aparezcan algunos hematomas en la oreja o alrededor, pero estos se disolverán en unos 4 días de manera natural o mediante algún tratamiento tópico.

Después de un mes de la otoplastia, el paciente ya estará completamente recuperado. Incluso podrá realizar actividad física si lo desea, cualquiera que sea la actividad. La recuperación de la otoplastia es rápida y raramente aparece alguna molestia. Es por ello que la reincorporación a la vida cotidiana y laboral se puede producir en un par o tres de días.

La duración de una otoplastia puede variar en función de cada caso y de la técnica utilizada por el cirujano plástico. Sin embargo, en general, el procedimiento suele durar 1h y 30 min. aproximadamente.

Después de la cirugía, los pacientes normalmente necesitan un período de recuperación de varias semanas, durante el que deberán seguir las instrucciones del cirujano para asegurar una recuperación adecuada. Es importante tener en cuenta que la duración exacta y la recuperación pueden variar según cada paciente y la complejidad de la cirugía.

En adultos se practica solo con anestesia local. Sin embargo, en niños se prefiere anestesia local y sedación para que estos estén más relajados. Es una cirugía ambulatoria, lo que significa que el paciente puede volver a casa el mismo día de la intervención.

La intervención de otoplastia no es dolorosa durante el procedimiento debido a la anestesia utilizada. Después de la cirugía, es común experimentar algunas molestias, pero estas se pueden controlar con medicamentos recetados por tu cirujano.

Llevarás un vendaje alrededor de las orejas durante las primeras 24 o 48h. Después se retirará y se substituirá por una cinta específica.

Las incisiones se realizan en pliegues naturales detrás de las orejas, por lo que las cicatrices suelen ser poco visibles. Con el tiempo, estas cicatrices se desvanecen y se vuelven aún menos perceptibles.

Los resultados son visibles inmediatamente después de la cirugía, pero el hinchazón puede tardar varias semanas en desaparecer. Los resultados finales son muy naturales y se pueden apreciar en unos meses.