El lifting facial es una intervención médica de cirugía plástica que busca rejuvenecer la apariencia tanto del rostro como del cuello. Para conseguirlo, se corrigen los signos más visibles del envejecimiento propios de esta zona, como pueden ser la flacidez, las arrugas, la pérdida de definición del óvalo facial y la acumulación de grasa en partes no deseadas.

En concreto, durante este procedimiento que estira la piel (también se conoce como estiramiento facial) se reposiciona la musculatura y el tejido para crear una apariencia más firme y juvenil. Para terminar, se elimina el exceso de piel de la cara y el cuello se tensa la restante para suavizar las arrugas y mejorar el óvalo facial.

No debes preocuparte por el postoperatorio. Para la la mayoría de pacientes que se someten a un lifting facial, el postoperatorio es muy tolerable y poco molesto. Sin embargo, como en todas las operaciones, hay que tener en cuenta algunos aspectos para que el proceso vaya sobre ruedas.

Por ejemplo, los primeros días tras la intervención es recomendable evitar alimentos que requieran mucha masticación o que sean muy duros. También recomendamos dormir con la zona de la cabeza más elevada que el resto del cuerpo y evitar inclinarse hacia delante, hacer esfuerzo físico y levantar objetos pesados.

En cuanto a las duchas, se recomienda realizarlas a partir del tercer día tras la cirugía de lifting facial, asegurándote siempre de que las pequeñas incisiones estén bien secas al terminar. Para esto, se puede utilizar un secador de pelo con aire frío.

En aproximadamente dos semanas, es posible que te sientas completamente recuperado. Sin embargo, cada caso es único y el cirujano te explicará detalladamente después de la operación todas las cosas a tener en cuenta.

No existe una edad específica a partir de la cual se recomienda hacer un lifting facial. Todo depende de las circunstancias de cada persona y del estado de su rostro. Si tienes dudas, lo más recomendable es que visites nuestra clínica para que uno de nuestros cirujanos te realice un diagnóstico personalizado.
Lo más habitual es optar por esta intervención cuando la flacidez y la pérdida de volumen y definición de los rasgos faciales es evidente, pero mientras la piel aún conserva parte de su elasticidad. En ese sentido, a partir de los 50 años se considera la edad ideal. Sin embargo, en edades más tempranas, como entre los 35 y los 50, también es normal realizar liftings en al menos una zona del rostro.

Incluso, puede ser recomendable hacer miniliftings, que son intervenciones parecidas pero más sutiles.

Pese a todo, para nosotros el criterio médico es prioritario, por lo que solo realizamos liftings faciales si el cirujano los considera apropiados según las circunstancias de la persona y siempre que vaya a suponer una mejora significativa.

Los resultados del rejuvenecimiento integral facial son duraderos y hacen que tengas un aspecto más joven que tu edad cronológica. Sin embargo, no podemos frenar el paso del tiempo y el proceso natural de envejecimiento. Es por eso que poco a poco los signos de la edad se pueden volver a hacer presentes.

Lo que sí podemos es mantener los resultados todo lo posible a través de unos hábitos de vida saludables, protegiendo la piel del sol, llevando una rutina de cuidado de la piel, eliminando sustancias como el alcohol y el tabaco (que afectan muy negativamente a la calidad de la piel) y siguiendo las pautas postoperatorias indicadas por el cirujano.

Además, algo que siempre recomendamos a nuestros pacientes que han pasado por este tipo de intervención es realizar de forma periódica tratamientos no invasivos de estética avanzada y medicina estética como los que ofrecemos en IM CLINIC. Esto ha demostrado tener grandes resultados en el mantenimiento de los efectos del lifting facial.