La cruroplastia es una técnica quirúrgica que consiste en mejorar el contorno de los muslos, reduciendo la grasa y eliminando el excedente de piel en la cara interna de los muslos.

El lifting de muslos está indicado sobre todo en personas maduras, a partir de los 40 años, aunque también puede estar indicado en personas más jóvenes que, por genética, tienen una flacidez muy importante en la cara interna de los muslos.

Sin embargo, el lifting crural está destinado especialmente a aquellas personas que han sufrido una pérdida importante de peso, que no gozan de una buena calidad de la piel o que tienen una predisposición genética a sufrir flacidez.

Es preciso que la persona que vaya a someterse a un lifting crural tenga un peso saludable y estable. Todas aquellas personas que tengan previsto perder peso, deberían posponer la operación hasta conseguir sus objetivos y poderlos mantener.

Los pacientes refieren una sensación de tirantez en la zona de las incisiones, pero es una cirugía con pocas molestias. Si existieran, su cirujano indicaría cómo controlarlas.

Se recomienda dormir con las piernas elevadas y con un cojín para favorecer una semiflexión de las extremidades inferiores.

El lifting de muslos es una cirugía muy agradecida que consigue rejuvenecer la piel. Las cicatrices quedan muy escondidas en la zona inguinal (donde va la braguita) y pasados unos meses serán totalmente imperceptibles.

Debe tenerse en cuenta que en personas con la piel muy laxa y que jamás han realizado ejercicio físico, es posible que, con los años, la piel aparezca de nuevo algo flácida. Sin embargo, nunca se llega a la situación anterior a la operación.

A partir del primer mes ya podrás ver cómo quedarán tus muslos. El resultado final puede observarse a partir de los 6 meses de la cirugía.