El suelo pélvico es fundamental para todos los seres humanos, ya que es uno de los apoyos imprescindibles en nuestro organismo. Estos músculos son importantes para el control de la vejiga y los intestinos, así como para nuestra salud sexual. Por ello es tan importante cuidarlos y mantenerlos en perfecta forma. Sin embargo, muchos hombres y mujeres pueden sufrir debilidad en el suelo pélvico, lo que puede llevar a problemas de incontinencia urinaria, dolor pélvico y disfunción sexual. En este artículo, te explicamos qué es el suelo pélvico, cómo fortalecerlo y qué opciones de tratamiento tienes si sufres debilidad en este conjunto muscular.
¿Qué es el suelo pélvico?
Se trata de un conjunto de músculos y ligamentos que se extienden desde el hueso púbico hasta el hueso sacro. Es decir aquella estructura que se encuentra en la base de la pelvis, y que forman el cierre de la parte baja de esta y del abdomen. Estos músculos se encargan de la sujeción de los órganos pélvicos incluyendo la vejiga, el útero y el recto, y ayudan a controlar la función de la vejiga y los intestinos. Además, el suelo pélvico es importante para la salud sexual, ya que estos músculos son responsables de la erección en hombres y de la sensación sexual en mujeres.
Todas estas funciones son de vital importancia para nuestro organismo y se pueden ver afectadas si no existe una correcta musculatura de la zona. Al fin y al cabo, el suelo pélvico es el encargado de mantener los órganos pélvicos en una posición adecuada.
¿Por qué puede debilitarse el suelo pélvico?
Como consecuencia de los partos (especialmente si se ha practicado una episiotomía), de una vida sedentaria, de la genética o de algún problema de salud, el suelo pélvico puede volverse laxo y no realizar correctamente su función. Es entonces cuando pueden aparecer problemas como las pérdidas de orina al realizar esfuerzos, al reír, al saltar…
Tener un suelo pélvico fortalecido equivale a tener una buena calidad de vida y unas relaciones sexuales más placenteras. Problemas como las pequeñas pérdidas de orina, reducción de la lubricación, insatisfacción sexual durante el coito… pueden prevenirse y tratarse trabajando el suelo pélvico.
Aunque solemos hablar principalmente de mujeres, los hombres también pueden sufrir daños en el suelo pélvico que pueden debilitar su función. Las causas pueden ser diversas, pero las más habituales son la obesidad, el estreñimiento prolongado, el parto, el consumo tabaco y los deportes de impacto.
Cuando el suelo pélvico se debilita puede provocar incontinencia urinaria, cambios negativos en sensibilidad durante el acto sexual, así como dolor en los órganos y la zona pélvica, entre otros. Teniendo en cuenta estas consecuencias, es importante tanto prevenir como remediar el problema fortaleciendo la zona afectada.
Cómo fortalecer el suelo pélvico
Existe la posibilidad de prevenir el debilitamiento de la zona a partir de algunas rutinas saludables que permiten anticiparse a las causas que lo provocan. Por ejemplo, entrenar los músculos de la zona, conservar un peso equilibrado, alimentarse correctamente, evitar el estreñimiento, entre otras.
Cuando el suelo pélvico ya está debilitado es imprescindible acudir a un especialista e iniciar el tratamiento de fisioterapia más adecuado para rehabilitar la musculatura afectada. Habitualmente, el tratamiento se basa en la práctica de ciertas técnicas que ayudan a tonificar la zona como ejercicios, electroestimulación, el uso de bolas chinas, la contracción y relajación muscular con un dispositivo biofeedback, etc. A continuación, te explicamos algunos de los ejercicios de fisioterapia más recomendados para la rehabilitación de la zona.
Ejercicios para fortalecer el suelo pélvico
Existen diferentes ejercicios de fisioterapia que permiten reforzar el suelo pélvico. Ya sea para prevenir como para volver a disfrutar del placer sexual, la continencia urinaria, y el bienestar de los órganos pélvicos sin molestias. En IM CLINIC dispones de un servicio de fisioterapia que te recomiendan estos ejercicios:
Ejercicios de Kegel
Se trata de un conjunto de ejercicios que ayudan a identificar y trabajar la musculatura de la zona pélvica. Con estas prácticas se consigue relajar y fortalecer los músculos, y con ello, una mayor fuerza, flexibilidad y estática del suelo pélvico.
Los ejercicios de Kegel se basan, principalmente, en contraer y relajar los músculos del suelo pélvico de manera consciente para fortalecerlos y aprender a controlarlos. Debemos ser constantes y realizar los ejercicios diariamente para conseguir unos buenos resultados. Es importante estar guiados por un fisioterapeuta especializado para reconocer qué musculatura debemos trabajar y saber cómo hacerlo exactamente.
Ejercicios hipopresivos
Se trata de un conjunto de ejercicios que ayudan a trabajar los músculos del abdomen, y mejorar nuestra postura corporal. Con estas prácticas se consigue reducir la presión que existe dentro del abdomen, y con ello, activar, fortalecer y tonificar los músculos del suelo pélvico.
La práctica más conocida dentro de este tipo de ejercicios son los abdominales hipopresivos. Estos se basan principalmente en vaciar todo el aire que tenemos en nuestros pulmones, vetar el paso de aire a través de nariz y boca, y abrir las costillas al máximo manteniendo el abdomen hacia dentro durante unos segundos. Y así de nuevo hasta realizar varias repeticiones.
Operación de suelo pélvico
En algunos casos, los ejercicios de Kegel y otros tratamientos conservadores pueden no ser suficientes para tratar la debilidad del suelo pélvico. En estos casos, puede ser necesario considerar una operación de suelo pélvico.
La cirugía del suelo pélvico se realiza para corregir problemas como la incontinencia urinaria, el prolapso de los órganos pélvicos, el dolor pélvico crónico o la falta de placer sexual como consecuencia de un suelo pélvico debilitado. Existen tipos diferentes de cirugía de suelo pélvico dependiendo del problema específico de cada paciente.
Estrechamiento vaginal o perineoplastia
La cirugía de estrechamiento vaginal se lleva a cabo cuando los ejercicios u otras técnicas no invasivas no permiten el tono muscular del suelo pélvico, ya sea por la rotura o por el estiramiento de la musculatura.
Si el músculo afectado es el periné, se realiza una perineoplastia. Si el problema es un ensanchamiento de la cavidad vaginal como consecuencia de diversos partos, se realiza una reducción del músculo de la vagina para mejorar su tono muscular y su elasticidad. Esta suele ser una intervención corta, de unas dos horas, que requiere anestesia general y de una noche de ingreso. El postoperatorio es sencillo y la mujer podrá volver a tener relaciones sexuales pasado un mes de la cirugía.
Corrección de la pérdida de orina por esfuerzo
El 40% de las mujeres mayores de 30 años sufren pérdida de orina por esfuerzo (al saltar, reír, hacer deporte, etc.). Cuando la fisioterapia no es suficiente, esta cirugía permite corregir este problema. Consiste en en corregir el soporte de la uretra colocando una malla debajo, a través de la vagina. Es una cirugía ambulatoria que se realiza con anestesia local. La corrección de la pérdida de orina por esfuerzo tiene un índice de más del 95% de éxito y todas las mujeres afirman que mejora su calidad de vida.
Conocer nuestro pélvico, prevenir su debilitamiento, mejorar su fortaleza y elasticidad… nos ayudará a gozar de una mejor calidad de vida en muchos aspectos. ¿Quieres saber más sobre cómo fortalecer tu suelo pélvico? ¿Cómo evitar las pérdidas de orina o mejorar tu salud sexual? Pide cita y te informaremos.
Publicado el: 08/05/2023