Por último, es importante distinguir entre consumir la fruta entera y consumirla en forma de zumo. Mientras que la fruta entera contiene fibra que ayuda a ralentizar la absorción de azúcar, el zumo de fruta generalmente carece de esta fibra y puede llevar a picos de azúcar en la sangre más pronunciados.
En general, recomiendo optar por frutas con un menor índice glucémico y contenido de fructosa si se experimentan desequilibrios digestivos o poca tolerancia a la fructosa. Para mí, las mejores opciones siempre serán las bayas del bosque como arándanos, moras o frambuesas. Estas frutas tienden a tener un impacto menor en los niveles de azúcar en la sangre y son más fáciles de digerir para muchas personas.
Las frutas con mayor contenido en fructosa y, por tanto, deberían evitarse en estas condiciones, serían: manzana, peras, sandía, higos, cerezas, mangos, frutas deshidratadas y zumos de fruta (envasado o natural).