La blefaroplastia es un tratamiento de medicina estética que persigue mejorar el aspecto de los ojos. Trata de corregir el exceso de piel en los párpados caídos y la grasa acumulada en las bolsas situadas en la zona inferior de los ojos, dos componentes que suelen darse con el paso de los años o debido a un factor genético. Tras esta cirugía los ojos del paciente se ven con un aspecto menos cansado y rejuvenecido. Pero esta cirugía no sólo busca la belleza, sino que también es de gran ayuda para aquellas personas, cuyos párpados caídos les impide ver con totalidad. Gracias a esta operación podrán recuperar el campo de visibilidad normal.

Esta cirugía estética consiste en eliminar el exceso de piel en los párpados superiores y extraer la grasa o líquido (edema) localizado en las bolsas del párpado inferior. Se suele llevar a cabo bajo anestesia local con sedación y suele ser una cirugía ambulatoria, es decir, el paciente vuelve a casa el mismo día de la intervención.

En la blefaroplastia inferior, las incisiones se realizan generalmente justo debajo de las pestañas en el párpado inferior. Estas incisiones están diseñadas para ser sutiles y se ubican estratégicamente para que sean inapreciables. También puede llevarse a cabo mediante la blefaroplastia transconjuntival que realiza el abordaje en el interior del párpado inferior, específicamente en la membrana mucosa llamada conjuntiva. Esto significa que no hay incisiones visibles en la superficie de la piel ni en el párpado inferior. La técnica a utilizar dependerá de los objetivos de la cirugía, de si existe un exceso de flacidez, del historial del paciente, etc.

Por otro lado, la blefaroplastia superior consiste en la realización de una sutura para eliminar la piel sobrante y las bolsas palpebrales superiores. La cicatriz es casi imperceptible, ya que coincide con el pliegue del ojo y es muy fina.

La blefaroplastia puede mejorar la apariencia general de la zona de los ojos y rejuvenecerla, y, aunque puede mejorarlas, no es específica para eliminar las patas de gallo. Nuestros cirujanos pueden recomendar tratamientos adicionales para corregir las patas de gallo.

Las bolsas y los párpados caídos suelen aparecer a partir de los 35 o 40 años, que es cuando los niveles de la producción de colágeno en la piel descienden. Aunque existen casos de pacientes, que por herencia genética, a los 25 años ya poseen bolsas en los ojos. Por lo tanto es preciso ver las características particulares de cada paciente para evaluar si cuenta con la edad adecuada para someterse a este tipo de tratamiento estético, ya sea simple o completo.

Esta cirugía estética facial dura entre una y dos horas. En el caso de la blefaroplastia dinámica puede llegar a tres horas, ya que el abordaje es global y su objetivo es rejuvenecer toda la zona de los ojos. Habitualmente, se suele combinar la anestesia local con sedación para que el paciente esté relajado y no sienta ninguna molestia durante la intervención.

El postoperatorio suele ser muy llevadero. Es posible que aparezcan algunos hematomas y pequeñas molestias. El equipo médico le ofrecerá unas pautas para que pueda tener una recuperación cómoda y lo más rápida posible. También puede recomendar un tratamiento de rehabilitación postoperatoria que consiste en una combinación personalizada de terapias, como el drenaje linfático, para acortar la recuperación y mejorar el bienestar del paciente y los resultados.

El tiempo de recuperación dependerá de si la cirugía de párpados era simple o completa. Pasado unos días el paciente podrá reicorporarse a su vida habitual.