Esta operación estética dura entre 2 y 4 horas aproximadamente y consiste en realizar una incisión justo encima del área del vello del pubis que se extiende hacia las caderas. Después, se lleva a cabo una segunda incisión longitudinal alrededor del ombligo, que permite separar la piel de la pared abdominal. Una vez hecho esto, los músculos del abdomen son tensados y se retira la piel sobrante. Para terminar, se realizan las suturas y se coloca un drenaje y unas vendas sobre la zona, que ayudarán a agilizar la recuperación y a mantener la zona protegida.

El tema de los kilos es relativo, ya que no es lo mismo 90 kilos en una persona bajita que en una alta. El peso no es el mejor indicador para saber si uno puede operarse o no de abdominoplastia. Lo que hay que tener en cuenta es la cantidad y la distribución de la grasa acumulada en el abdomen. Para ello es esencial una cita con el médico especialista en abdominoplastia en Madrid con el objetivo de valorar el caso del paciente. Además, muchas veces la persona confunde el exceso de piel con la grasa. Esta piel sobrante puede quitarse, logrando un abdomen plano que luce una piel más tersa.

Como cualquier intervención quirúrgica siempre existe algún riesgo. Una de las posibles complicaciones es la aparición de hematomas – coágulos de sangre – seromas – acumulación de líquido que puede precisar de un drenaje. Por eso, el cuidado postoperatorio y las revisiones médicas son claves para una buena recuperación. Muchos de los riesgos también están relacionados con hábitos como el tabaco.

Tras la abdominoplastia quedará una fina cicatriz justo encima de la línea del vello del pubis. Esta cicatriz no suele ser visible ya que queda por debajo de la línea del biquini. No obstante, el cuidado de la cicatriz es clave para lograr que se disimule lo máximo posible.
Después de la cirugía, es importante tener en cuenta una serie de cuidados como el drenaje linfático, la estimulación del colágeno, el empleo de aceite de rosa mosqueta o incluso parches de silicona que nos ayudan a modular la cicatriz.

Después de someterse a una abdominoplastia o una liposucción es recomendable utilizar una faja a diario durante el primer mes. El uso de la faja contribuye a una mejor recuperación. La comprensión que ejerce la faja abdominal favorece la circulación sanguínea y linfática, disminuyendo la retención de líquidos.

Deberás esperar unas semanas para realizar deporte. Los 10 primeros días es imprescindible mantener reposo para una óptima recuperación. Dependiendo de tu evolución, tu médico podrá permitirte volver a tu vida cotidiana.