Para Mireya el calvario empezó después de sus embarazos, “mi cuerpo empezó a descompensarse, mis piernas empezaron a cambiar y a doler, se inflamaron y acumularon grasa. Esto creó un desequilibrio entre mi torso y mis piernas que antes no tenía, además de unos moretones grandes que aparecían constantemente en el interior de los muslos. Pero yo acudí al médico por culpa del dolor que sentía”, explica Mireya, paciente de IM CLINIC.
“Yo no sabía qué me estaba pasando hasta hace tres años cuando me diagnosticaron lipedema. De hecho, tengo una amiga que se había operado en IM CLINIC que había sufrido lipedema desde la adolescencia. Siempre había visto que sus piernas eran distintas y que por mucho deporte que hiciera o controlara su alimentación sus piernas no mejoraban: era muy delgada de la parte superior, pero las piernas seguían siendo gruesas y sin forma. En un primer momento yo no até cabos pensando que podía tener lo mismo que ella, porque como hay tanta desinformación y ella lo tenía desde la adolescencia, pensé que no podíamos tener los mismo”, continua.
El lipedema limitó enormemente la vida de Mireya, impidiéndole realizar actividades con sus hijos, especialmente en verano, cuando la inflamación y el dolor eran peores. Finalmente, fue diagnosticada en la Unidad de Lipedema de IM CLINIC, donde encontró alivio y un tratamiento que mejoró su calidad de vida. “Me ha limitado muchísimo, no podía hacer actividades con mis hijos, sobre todo en verano porque se inflaman mucho más y el dolor es mucho peor”.
En este vídeo podéis conocer mejor la experiencia de Mireya.