El láser CO2 permite tratar una gran cantidad de patologías y condiciones que afectan a la salud y a la calidad de vida de algunas mujeres. Las principales son:

Atrofia y sequedad vaginal

Se trata de una condición muy frecuente en mujeres postmenopáusicas, la atrofia causa sequedad vaginal, adelgazamiento de las paredes de la vagina y pérdida de elasticidad. También existen chicas jóvenes, que tienen el sistema de lubricación vaginal alterado, con problemas de sequedad vaginal.

Síndrome de relajación vaginal o hiperlaxitud

Es a menudo provocado por el parto, por eso al tratamiento de tensado vaginal también se le ha llamado láser postparto. Consiste en la sensación de agrandamiento de la vagina, lo que puede causar incomodidad, falta de satisfacción sexual y problemas de incontinencia.

Incontinencia urinaria de esfuerzo

Esta forma de incontinencia, común en mujeres tras el embarazo o la menopausia, ocurre al realizar actividades como toser, reír o hacer ejercicio. Este tratamiento físico estimula la producción de colágeno alrededor de la uretra, ayudando a mejorar su cierre, previniendo la pérdida de orina.

VPH (Virus del Papiloma Humano)

El láser CO2 también se puede utilizar en el tratamiento de lesiones causadas por el VPH, como condilomas acuminados producidos por el VPH o verrugas genitales. Este láser ofrece una extirpación quirúrgica rápida y sin sangrado, del tejido inflamado.

Liquen vulvar

Es una patología cutánea inflamatoria crónica y muy común, que aclara, endurece y reseca la piel, generando un picor intenso. El láser CO2 estimula el trofismo vulvar, desintegra las bandas fibrosas de colágeno y elimina la hiperqueratosis de la dermis (el engrosamiento de la piel), acelera la reparación de tejidos celulares y recupera la barrera mucosa.