Existen tres vías básicas para la colocación de los implantes mamarios: la vía submamaria (haciendo una pequeña incisión en el surco mamario), la vía areolar (la incisión se realiza alrededor de la areola) y la vía axilar (donde la prótesis mamaria se introduce por la axila). El cirujano plástico debe conocerlas a fondo para escoger la mejor para cada paciente.

En IM CLINIC optamos, siempre que sea posible, por la vía axilar porque es la única en la que no debe tocarse la glándula mamaria para introducir la prótesis de mama.

El implante de mama puede colocarse en un plano retropectoral (detrás del músculo) o retroglandular (detrás de la glándula mamaria). Existen otras colocaciones, pero estas dos son las más comunes.

En IM CLINIC preferimos colocar la prótesis mamaria detrás del músculo porque de esta manera es más sencillo llevar un control mamográfico de la mama. Pero también porque el peso del implante mamario queda soportado en parte por el músculo, mientras que si se coloca retroglandular, es la piel la que soporta el peso y esta va a envejecer más rápidamente como consecuencia de ese peso. Además, en posición retropectoral, se permite la lactancia con total normalidad.

La mamoplastia de aumento es una cirugía relativamente corta. Suele durar entre una hora y media y dos horas. La anestesia utilizada en el aumento de mamas tanto puede ser con anestesia local como general dependiendo de cada caso concreto. Normalmente con una sola noche de hospitalización es suficiente.

Una vez desaparecida la inflamación, la mama empezará a tener un aspecto más natural al cabo de una semana, aproximadamente. La retirada de los puntos de sutura se realizará a los ocho o diez días después de la operación. A partir de este tiempo, el proceso de cicatrización suele durar de tres a seis meses, dependiendo de cada paciente y de la incisión elegida.

La pequeña incisión necesaria para colocar la prótesis mamaria dejará una cicatriz que será imperceptible al cabo de poco tiempo evitando, así, cualquier tipo de marca.