Es evidente que nuestra piel envejece, pero cuando llegamos a los 50, el proceso de envejecimiento se acelera. ¿Cuáles son las causas que le dan tal velocidad? Lo cierto es que son diversas y dependen de cada persona, pero en general: el paso del tiempo cronológico, la genética y la herencia que nos hayan dejado, nuestros hábitos a la hora de alimentarnos, de dormir, de beber, de fumar…, nuestros niveles de hormonas tanto ahora como durante toda nuestra vida, nuestra salud (tanto física como mental), cómo nos hemos protegido ante la exposición al sol, etc. En definitiva, nuestra piel es el espejo de nuestra salud y de los cuidados que le hayamos dedicado hasta el momento. Pero, ¿existen tratamientos faciales para mantener la piel joven más allá de los 50?
Cómo cambia la piel a partir de los 50 años
Pero lo que es evidente, es que a partir de los 50 años la piel se vuelve más sensible a las agresiones ambientales como el sol, el frío, la sequedad ambiental o la polución. La notamos más seca, fina y sensible. Se irrita con facilidad (tanto al aire libre como con la sequedad ambiental del interior) y la sentimos tirante, especialmente después de la ducha. Además, la laxitud cutánea se hace mucho más evidente, los volúmenes faciales (la grasa del rostro) cambian (aquí la gravedad tiene un papel importante, pero también la calidad de la piel), variando nuestra expresividad y otorgando a nuestro rostro un aspecto ajado, cansado y malhumorado.
Todo ello es consecuencia de los cambios que nuestro organismo sufre alrededor de nuestro 50 aniversario. Con la disminución de estrógenos, propios de la edad, el contenido de colágeno y de fibras de elastina de la dermis se reducen, como consecuencia, la flacidez se hace más evidente, las arrugas más profundas, la piel pierde grosor y las manchas se acentúan.
Tratamientos faciales imprescindibles a partir de los 50
Cada persona es un mundo y por ello requiere un buen diagnóstico individualizado previo para tener todas las armas para combatir el envejecimiento de nuestra piel. Eso es lo que defiende IM CLINIC, la clínica de cirugía y medicina estética más avanzada de Europa. Por ello, nos proponen estos tratamientos faciales a partir de los 50 años que se personalizan para cada paciente y sus necesidades.
Full face de IM CLINIC:
Es el tratamiento más completo y personalizado de rejuvenecimiento facial sin cirugía. Combina el tratamiento para eliminar las arrugas de expresión, el ácido hialurónico para rellenar arrugas y recuperar los volúmenes faciales y la plataforma láser ICON para mejorar la textura, el tono de la piel y eliminar arrugas finas. El tratamiento se diseña según las necesidades de cada paciente de manera que sea completamente personalizado. Un tratamiento global sin cirugía con unos resultados espectaculares.
Microneedling con Vitamina C:
Es un tratamiento mínimamente invasivo cuyo objetivo es mejorar la calidad de la piel, estimulando la producción de colágeno y permitiendo que los activos penetren de una forma mucho más profunda. Se trata de un cabezal de microneedling que permite una mayor penetración de los principios activos. A todo ello sumamos la vitamina C, que es un potente antioxidante que evita la formación de radicales libres y ayuda en la formación de colágeno. Todo ello nos ayuda a combatir el envejecimiento facial.
Inductor de juventud:
Ellansé es un innovador relleno dérmico de última generación que permite tratar diferentes aspectos del envejecimiento de la piel como atenuar arrugas, remodelar el óvalo facial, recuperar el volumen de los pómulos, reducir la flacidez o estimular la producción natural de colágeno. Sus resultados son muy naturales y duran entre 1 y 4 años.
PRP:
El plasma rico en factores de crecimiento (conocido popularmente como PRP) es una serie de proteínas que se encuentran en las plaquetas y que ayudan a acelerar la recuperación del tejido donde son inyectadas. Estas plaquetas se consiguen de una simple extracción de sangre del propio paciente (muy similar a la de un análisis de sangre convencional) que, después de centrifugarla, se inyecta a través de unas microinyecciones en el rostro, el cuello y el escote. El proceso dura unos 30 minutos y es prácticamente indoloro. Con este tratamiento se consigue que sea el propio organismo del paciente el que se autoregenere. Así, la piel se repara mediante la activación de fibroblastos (células que producen colágeno, elastina y ácido hialurónico) mejorando la tersura de la piel, una mayor luminosidad, un aumento del tono de la piel y un mayor grosor.
Dispositivo Hormonal Inteligente:
No se trata de un tratamiento de medicina estética, sino ginecológico. Consiste en un dispositivo subcutáneo de hormonas bioidénticas que se diseña de manera exclusiva y personalizada para cada paciente, y que permite mantener nuestro equilibrio hormonal. Sus beneficios son muy numerosos como mejorar nuestro estado de ánimo, aumentar la libido, aumentar el colágeno de nuestra piel, cabello y uñas, tener una piel más bonita y ralentizar la pérdida de volúmenes de nuestro rostro. Para poder desarrollar el dispositivo de manera personalizada, primero se lleva a cabo un análisis exhaustivo de tus niveles hormonales, entre otros aspectos. Una vez tenemos los resultados, se diseña el dispositivo inteligente de hormonas bioidénticas de manera personalizada y se introduce de manera subcutánea para que te olvides de él. El dispositivo irá suplementando nuestro organismo con las hormonas que necesite para mantenerlo joven y activo.
Mirada más joven: blefaroplastia
Una de las zonas más importantes de nuestro rostro (ahora aún más con las mascarillas) son los ojos. A ella dedicamos el 80% del tiempo que hablamos cara a cara con una persona. Por ello cuando aparecen las bolsa, los párpados caídos y el envejecimiento de esta zona, no solo nos suma años sino que también cambia nuestra expresión y con ella qué y cómo comunicamos.
Aquí la blefaroplastia dinámica es la mejor aliada. Se trata de una técnica exclusiva de IM CLINIC que se diseña de manera personalizada y que va mucho más allá de la eliminación de las bolsas y los párpados caídos. Pues se tiene en cuenta todos los aspectos que envejecen la zona ocular como el ángulo de los ojos, la altura de las cejas, el hundimiento de las órbitas oculares, etc. y reubica la grasa.
Es una cirugía ambulatoria que se realiza bajo anestesia local, por lo que vuelves a casa el mismo día de la intervención y aunque puede dar algo más de inflamación los primeros días, los resultados globales bien valen la pena. Es importante destacar que, además de rejuvenecer todo el rostro, no cambia nuestra mirada ni nuestra expresividad, sino que la despeja, la revitaliza y la hace más fresca.