El síndrome genitourinario (SGUM) es una condición común que afecta la salud, calidad de vida y actividad sexual de muchas mujeres, especialmente durante la perimenopausia y la menopausia. Este síndrome, muchas veces subestimado, incluye una serie de síntomas que afectan el aparato genital y urinario debido a la disminución de los niveles de estrógenos. Entre los síntomas más usuales, se encuentran sequedad vaginal, ardor, picazón, dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia), urgencia urinaria y recurrencia de infecciones urinarias. La causa principal de estos síntomas es la disminución de los niveles de estrógenos, que provoca cambios en el tejido vaginal y la uretra.
La menopausia es una etapa natural en la vida de todas las mujeres, marcando el fin de la menstruación y la capacidad reproductiva. Sin embargo, este cambio hormonal puede tener un impacto significativo en la sexualidad. Muchas mujeres experimentan una disminución en los niveles de estrógenos, lo que puede provocar sequedad vaginal y dolor durante las relaciones sexuales. Es crucial entender que estos cambios no necesariamente reducen el deseo sexual, pero pueden dificultar el disfrute del sexo sin el tratamiento adecuado.
“No es que las mujeres tengan menos deseo sexual a partir de los 40 años, todo lo contrario, pero sufren problemas para disfrutar del sexo. El síndrome genito-urinario tiene un impacto muy relevante en la sexualidad y en la calidad de vida de las mujeres, pero a pesar de su prevalencia sigue rodeado de tabúes y desinformación”, explica la Dra. Raquel Campos, reputada ginecóloga directora de la Unidad de la Mujer Proaging de IM CLINIC, así como presidenta de la Sociedad Española de Ginecología Estética Regenerativa Funcional (SEGERF).
Una vez establecida la menopausia, a partir de los primeros años, y de forma creciente, hasta cerca del 45% de las mujeres va a experimentar sequedad genital, escozor, picor y dolor en las relaciones sexuales. Una vez transcurridos los primeros 5 años, ese porcentaje será mucho mayor, alrededor el 80%.
El SGUM puede afectar profundamente la vida sexual de las mujeres. La sequedad vaginal y el dolor durante las relaciones sexuales pueden reducir el deseo sexual y causar angustia emocional. Además, los problemas urinarios asociados pueden generar incomodidad y vergüenza, afectando no solo la vida sexual, sino también la calidad de vida en general. Muchas mujeres asumen que estos problemas son normales con el envejecimiento y no buscan ayuda médica, lo que subraya la necesidad de mayor concienciación y educación sobre el SGUM.
“El síndrome genito-urinario en la menopausia es una condición tratable que afecta profundamente la calidad de vida de muchas mujeres, incidiendo especialmente en su sexualidad y su autoestima. Es fundamental aumentar la concienciación sobre este síndrome y derribar los tabúes que rodean la menopausia”, defiende la Dra. Campos.
En este vídeo la Dra. Campos nos habla del síndrome genito-urinario
Existen varios tratamientos disponibles para el síndrome genitourinario, que pueden mejorar significativamente la calidad de vida y la salud vaginal y sexual de las mujeres. En la Unidad de la Mujer Proaging IM CLINIC, ofrecemos diversas opciones adaptadas a las necesidades individuales de cada paciente.
Terapia de estrógenos vaginales
La aplicación local de estrógenos en forma de cremas, anillos o tabletas puede ayudar a restaurar la salud del tejido vaginal, reduciendo la sequedad y mejorando el confort durante las relaciones sexuales.
Terapia hormonal con hormonas bioidénticas
En determinadas pacientes, el uso de tratamiento con hormonas bioidénticas mejora los síntomas del síndrome genitourinario de la menopausia. También conocido como el chip hormonal, o TMHB (Terapia de Modulación Hormonal Bioidéntica) es un tratamiento hormonal que permite restaurar el equilibrio hormonal mediante su reemplazo. Consiste en un tratamiento médico que se utiliza para equilibrar las hormonas en el cuerpo y tratar los síntomas asociados a los desequilibrios hormonales provocados, por ejemplo, por la menopausia cuando los niveles de estrógeno y progesterona disminuyen significativamente, lo que puede provocar síntomas como sofocos, sudoración nocturna, sequedad vaginal, cambios de humor y dificultades para dormir. La terapia hormonal busca reemplazar estas hormonas deficitarias y aliviar los síntomas asociados.
Patricia nos explica en este vídeo su experiencia con la terapia hormonal:
Medicamentos no hormonales
Fármacos como lubricantes y humectantes vaginales (hidratantes) pueden aliviar la sequedad vaginal y mejorar la comodidad durante las relaciones sexuales sin el uso de hormonas.
Terapia regenerativa
Tratamientos avanzados que estimulan la reparación y regeneración de tejidos dañados mediante el uso de técnicas de rejuvenecimiento vaginal como:
- Láser vaginal de CO2: Promueve la regeneración del tejido vaginal, mejorando la elasticidad y la hidratación.
- Radiofrecuencia vaginal: Utiliza energía de radiofrecuencia para estimular la producción de colágeno en el tejido vaginal.
La menopausia es una etapa en la que la mujer vivirá más de un tercio de su vida, especialmente con el aumento de la esperanza de vida actual. Sin embargo, históricamente ha sido un tema tabú. En muchas culturas, la llegada de la menopausia se veía como el final de la feminidad y la vitalidad, estigmatizando a las mujeres y obligándolas a sufrir en silencio sin acceso a la información y tratamientos adecuados.
Hoy en día, existe un movimiento creciente para normalizar la conversación sobre la menopausia y educar a las mujeres sobre los síntomas y tratamientos disponibles. Sin embargo, aún queda trabajo por hacer para eliminar el estigma y garantizar que todas las mujeres reciban el apoyo y la atención que necesitan.
Si necesitas más información sobre el síndrome genito-urinario y los tratamientos para combatirlo, no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo de la Unidad de la Mujer Proaging.