Con el paso de los años, especialmente cuando superamos la barrera de los cuarenta, nuestro rostro empieza a mostrar los primeros signos de envejecimiento. Esto es debido, a que nuestro organismo no genera con la misma rapidez colágeno, elastina, ni renueva las células a la misma velocidad. Por tanto, empezamos a ver en el espejo, pérdida de brillo, aparición de arrugas, flacidez facial… En estos momentos todos podemos pensar que es hora de un lifting. Pero no siempre es así, ya que puedes conseguir un aspecto joven y vital sin necesidad de pasar por quirófano. Por ejemplo, el tratamiento con hilos tensores logra unos resultados que consiguen juventud y expresividad. Pero existen sobre los hilos tensores existen verdades y mitos que queremos aclarar.
¿Qué son los hilos tensores?
Los hilos tensores son unas fibras microscópicas, de un grosor no superior a unas micras, compuestos por sustancias biológicas totalmente absorbibles por el organismo. El compuesto principal es el ácido poli-L-láctico (APLL) un material biocompatible y biodegradable, específico para dar volumen a zonas con surcos, arrugas, pliegues, etc.
¿Cuál es el procedimiento con los hilos tensores?
El tratamiento con hilos tensores lleva el nombre de lifting facial sin cirugía, ya que consiste en insertar en la dermis los hilos tensores desde la zona anterior a la oreja hasta el mentón. Con esta técnica indolora de una hora de duración conseguiremos, desde el tejido subcutáneo de la dermis facial, una elevación y compresión del tejido. En otras palabras, un efecto tensor que mejora la flacidez y estimula la formación de colágeno.
5 verdades sobre los hilos tensores
- Son reabsorbibles y no producen rechazo: Los hilos tensores están compuestos por un material biocompatible que impide reacciones alérgicas o rechazos. Además, los hilos acabarán absorbidos por el organismo. Es por ese motivo, que se trata de un tratamiento no definitivo, ya que al año y medio desaparecerán los resultados.
- Rejuvenecen el interior y exterior: es un tratamiento que internamente trabaja en la producción de nuevo colágeno y elastina, rejuveneciendo los tejidos internos. Aunque, externamente, también se apreciará un rostro más joven y vital.
- Sin reposo: el paciente podrá retomar su rutina diaria sin complicaciones después de someterse a este tratamiento.
- Resultados instantáneos: producen una mejoría inmediata, aunque el efecto definitivo puede observarse a las tres semanas, conforme se va creando nuevo colágeno en el interior de la dermis.
- Efecto tensor: es un tratamiento que ayuda a elevar la zona de las mejillas y recuperar el óvalo facial. Asimismo, atenúa las arrugas localizadas en el contorno del ojo, código de barras, etc.
5 mitos sobre los hilos tensores
- Es falso que produzca dolor: Aunque pueda dar la sensación de que produce alguna molestia al realizarse el tratamiento, no es cierto. Es un procedimiento indoloro y que deja marcas y cicatrices milimétricas inapreciables al ojo humano.
- Es un mito que creen volumen facial: Los hilos, por sí mismos, no producen ningún aumento de volumen facial. Ahora bien, si el tratamiento se complementa con otros como inyecciones de ácido hialurónico, entonces sí. Debemos entender que los hilos tensores es un tratamiento recolegenizador, porque activa el colágeno de nuestra piel y, tensor.
- No modifica la expresión facial: Es un mito que este tipo de tratamiento provoquen inexpresividad facial o incapacidad para gesticular con normalidad.
- Sí, podrás maquillarte: Uno de los mitos sobre los hilos es que las pacientes no podrán maquillarse durante las dos primeras semanas después del tratamiento. No es cierto, podrás hacerlo sin problemas ni contra indicaciones.
- Los hilos no se rompen: Los hilos son resistentes. Por tanto, durante su aplicación y con posterioridad, no se romperán, ni deformaran ni desplazaran en el rostro. Además, son inapreciables al ojo humano.