El pecho, es sin duda, una de las partes anatómicas más importantes para la mayoría de mujeres. Y ya no solo por su función maternal (la lactancia) o por su atractivo sexual, muchas quieren, simplemente, sentirse a gusto con su físico. Cuando el pecho es excesivo, no solo se trata de una cuestión estética. Muchas veces las mamas muy grandes comportan problemas de salud como dolor de espalda y cuello, problemas de respiración, deformidades en el esqueleto, hernias o problemas de autoestima. Por ello os explicamos cómo disminuir el pecho en mujeres.

¿Cómo disminuir el pecho en mujeres?

Aunque sin lugar a dudas la cirugía de reducción de mamas es la mejor manera de conseguir disminuir el pecho en mujeres. Especialmente si lo que buscamos es mejorar la proporción y la forma, así como corregir la flacidez. Debemos tener en cuenta que las mamas se componen de una estructura de tejido, glándulas y grasa. Esto quiere decir que, si conseguimos reducir el nivel de grasa de nuestro cuerpo, también es posible que reduzcamos algunas tallas de nuestro pecho. ¿Pero cómo hacerlo?

Alimentación saludable

Una forma de reducir el volumen del pecho es llevando una dieta saludable y equilibrada, baja en grasas. Para ello, debemos comer productos saludables y olvidarnos de las grasas saturadas. Así. optaremos por carnes magras como pollo, conejo o pavo, pescados blancos, carbohidratos integrales, verduras, hortalizas y frutas. 

Y deberás renunciar a comer carnes como la del cerdo (el lomo es considerada carne blanca), la de vaca o la de cordero. Así como eliminar de la dieta alimentos procesados o dulces, ya que estos solo incrementaran la grasa que ingerimos.

Además, hay otros alimentos que puedes incorporar a tu dieta diaria que pueden ayudarte a reducir la grasa corporal:

• Té de jengibre: Tomar este té con un poco de limón (al gusto) cada día te ayudará a acelerar el metabolismo. Es decir, a quemar calorías y eliminar grasas. Además, nos aportará al organismo vitamina C, antioxidantes y pocas calorías.  
• Linaza o semillas de lino: es rica en fibra y omega-3. Entre sus beneficios está regular el metabolismo lo que nos ayudará a reducir grasa corporal. Algunas formas de tomarlo es: agregando una cucharada en los cereales del desayuno, añadir una cucharada en el yogur o añadirlo a tus productos horneados como galletas o panes.
• Las nueces: contienen vitaminas, fibra y minerales. Entre algunos de sus beneficios está que ayuda a mantener tu peso y su poder saciante. Ahora bien, no debes abusar de su consumo, unos 20-30 gramos al día. 

Ejercicio físico

Una forma complementaria a la dieta para reducir la grasa que se acumula en el pecho  y mejorar la musculatura de la zona es con una rutina de ejercicio físico más concentrado en la zona del pecho. Como por ejemplo:

• Aeróbicos: dentro de este tipo de ejercicios hay una gran variedad, desde bailar, nadar, correr hasta ir en bicicleta. Son actividades, al final, que ayudan a quemar calorías de forma general y mejorar el sistema cardiovascular.
• Mancuernas: son unos ejercicios específicos para reducir pecho. Túmbate boca arriba en el suelo o en un banco. Agarra en cada mano una pesa o mancuerna. El ejercicio consiste en abrir los brazos y estirarlos hacia cada lado de la cabeza. En esa posición, sube los brazos estirados hasta que ambas mancuernas se toquen y regresa a la posición anterior. Lo ideal es hacer cuatro series de diez.
• Flexiones: Tumbado boca abajo, apoyando las palmas de las manos y las puntas de los pies en el suelo. A continuación, flexiona los brazos hasta que queden a la altura del pecho y sube y baja, flexionando los brazos. Lo ideal es realizar tres series de quince repeticiones cada una.

Cirugía plástica: reducción de pecho

En muchas ocasiones no se trata exclusivamente de reducir el tamaño del pecho, sino también de embellecerlo, de corregir la flacidez, de mejorar su turgencia, de redimensionar la areola… En estos casos, la única solución es acudir a un cirujano plástico.

La cirugía de reducción de pecho o mamoplastia de reducción es la cirugía plástica que proporciona a la mujer unos pechos más pequeños y proporcionados con el resto de su cuerpo. Además, al mismo tiempo, ayuda a reducir los problemas de salud que unos pechos excesivamente grandes pueden acarrear a la paciente.

Es una intervención dirigida a cualquier mujer que se encuentre descontenta con el tamaño actual de su mama. Puede ser desde una mujer joven, a la cual se le ha desarrollado en exceso el pecho después de su pubertad. Hasta una mujer madura y adulta que con el paso del tiempo ha visto como los cambios hormonales, por ejemplo embarazos o la menopausia, han afectado a su pecho. 

La técnica más común para llevar a cabo una intervención de reducción de mamas consiste en hacer una incisión en forma de ancla siguiendo la línea natural del pecho. De esta manera, el cirujano plástico puede extraer el exceso de tejido glandular, la grasa y la piel sobrantes y, con posterioridad, mover el pezón y la areola hasta su nueva posición.

En este vídeo el Dr. Mañero resuelve las dudas más habituales de la reducción de pecho.

Reducción de mamas con implantes

En IM CLINIC apostamos por combinar la cirugía de reducción mamaria con implantes para conseguir unos resultados excelentes al disminuir el pecho en mujeres.

Esta técnica innovadora, pero consolidada por la experiencia y por la investigación científica de nuestro equipo médico, permite reducir las limitaciones de la técnica común. Es decir, reducir solo el pecho produce en la mayoría de los casos que: el pecho vuelva a crecer porque aún conserva grasa y glándulas y/o caiga al poco tiempo de la operación por el peso y el efecto de la gravedad. 

En cambio, apostar por una cirugía de reducción de mama con un implante permite al cirujano extraer más grasa y glándula de ese pecho y la diferencia compensarlo con un implante. Con ello, el pecho caerá menos y se mantendrá en su sitio durante más tiempo y, no aumentará su tamaño con los incrementos de peso de la paciente. Además, las personas mayores, las cuales el pecho ya no tendrá una función biológica, por cada gramo que reduzcamos su tamaño, reducimos la probabilidad de desarrollar un cáncer de mama.