La otoplastia, comúnmente conocida como operación de orejas, es un procedimiento que mejora la apariencia de las orejas prominentes o deformadas. Una de las preocupaciones más comunes entre los pacientes que consideran esta cirugía es la visibilidad de las cicatrices. En este artículo, exploramos la naturaleza de las cicatrices de la otoplastia y ofrecemos una guía detallada sobre su ubicación, tiempo de cicatrización y cuidados necesarios.
Pero ¿qué es la otoplastia? La otoplastia es como comúnmente se llama a la operación de las orejas. Esta cirugía estética tiene como objetivo corregir y remodelar las orejas para mejorar su apariencia, su tamaño y proporción para estar en armonía con el resto del rostro.
Este procedimiento es solicitado para corregir las orejas prominentes, asimetrías, deformidades congénitas o daños causados por traumas. Para ello, el cirujano plástico remodela el cartílago de la oreja según sea necesario para conseguir una forma más proporcionada y armónica, así como un resultado natural.
La cirugía puede realizarse en niños (a partir de los 8 años) y adultos, proporcionando resultados permanentes que mejoran su autoestima.
La otoplastia es una cirugía facial relativamente corta, suele durar una hora y media, aunque dependerá de las necesidades de cada paciente. Generalmente se realiza bajo anestesia local con sedación para adultos y bajo anestesia general para niños. Es una cirugía corta, que, en adultos, suele ser ambulatoria. Esta técnica requiere de experiencia del cirujano plástico que la lleva a cabo para conseguir un resultado óptimo.
Después de una otoplastia, las cicatrices son una parte natural del proceso de curación. Sin embargo, gracias a las técnicas avanzadas y la precisión de los cirujanos, las cicatrices resultantes suelen ser mínimas y discretas. Al principio, las cicatrices pueden aparecer rojas o rosadas y ser ligeramente elevadas, pero con el tiempo, se desvanecen y se vuelven menos notorias.
La cicatriz de la otoplastia se coloca estratégicamente para que sea lo menos visible posible. Generalmente, la incisión se realiza detrás de la oreja, en el pliegue natural donde la oreja se une a la cabeza. Esta ubicación tiene como objetivo por un lado permitir al cirujano acceder fácilmente a la estructura cartilaginosa de la oreja para realizar las modificaciones necesarias. Y por el otro, esta ubicación suele ocultar la cicatriz, haciendo que sea prácticamente invisible incluso con el cabello corto o recogido. En algunos casos, especialmente cuando se necesita una corrección más extensa de la forma o tamaño de la oreja, se pueden hacer incisiones adicionales en los pliegues internos de la oreja. Estas incisiones también quedan bien ocultas debido a la anatomía natural de la oreja.
Cicatrices mínimas y discretas
Gracias a estas ubicaciones estratégicas, las cicatrices resultantes de una otoplastia son mínimas y discretas. Con el tiempo y con los cuidados postoperatorios adecuados, las cicatrices se desvanecen y se vuelven aún menos perceptibles.
En IM CLINIC, utilizamos las técnicas más avanzadas para que las cicatrices sean lo menos visibles posible.
El tiempo de cicatrización varía según las circunstancias de cada paciente y el tipo de cirugía que haya precisado. Generalmente, durante las dos primeras semanas la zona estará más inflamada, como es normal en cualquier cirugía. Está inflamación irá disminuyendo durante las siguientes semanas. Aunque a partir de la tercera semana, lo más habitual, es que nadie note que te has operado de las orejas.
Durante las primeras semanas, es importante seguir las indicaciones del cirujano para evitar complicaciones.
A lo largo de los primeros días, la cicatriz aparecerá roja e inflamada, con los meses irá tomando un color más blanco y se volverá más plana. El proceso completo de cicatrización suele necesitar de 6 a 12 meses para poder ver el resultado final.
Durante las primeras 48 horas después de la cirugía, el paciente deberá permanecer en reposo absoluto en su hogar, prestando especial atención a la posición de la cabeza mientras duerme. A las 24 o 48 horas de la intervención, se retirará el vendaje alrededor de las orejas y se sustituirá por una cinta, tipo diadema, específica para la recuperación de la otoplastia.
Es común que aparezcan algunos hematomas en la oreja o sus alrededores, los cuales se desvanecerán de manera natural en aproximadamente 4 días o con la ayuda de algún tratamiento tópico.
Un mes después de la otoplastia, el paciente estará completamente recuperado y podrá reanudar cualquier actividad física que desee. La recuperación de la otoplastia es rápida y las molestias son raras, lo que permite que la mayoría de las personas puedan reincorporarse a sus actividades diarias y laborales en un par de días.
La evolución de la cicatriz de una otoplastia pasa por varias fases. Inicialmente, la cicatriz puede estar inflamada y rojiza, pero con el tiempo, se aplanará y desvanecerá. Para mejorar la curación y minimizar la visibilidad de la cicatriz, se recomienda seguir estos cuidados:
- Mantener la herida limpia: Evitar la exposición al agua y a la suciedad durante los primeros días.
- Mantener las incisiones secas: Usar un secador de pelo en modo aire frío para secar las heridas. No restregar la toalla en las heridas, es preferible secar con
- Protección solar: Usar protector solar y cubrir la cicatriz para evitar la hiperpigmentación causada por el sol.
- Evitar el tabaco y el alcohol: Estos pueden retrasar el proceso de cicatrización y afectar la calidad de la cicatriz.
Tu cirujano puede también aconsejarte aplicar cremas, aceites o geles cicatrizantes, como el aceite puro de rosa mosqueta para acelerar la cicatrización. También puede indicar que realices algún tipo de masaje suave para mejorar la circulación y la oxigenación de la zona. Pregunta primero a tu cirujano antes de llevarlos a cabo.
¿Necesitas saber más sobre la cicatriz en una otoplastia? Solicita una cita con nuestro equipo médico y solucionaremos todas tus dudas.