La lipoescultura es una técnica poco invasiva que utiliza pequeñas incisiones para insertar cánulas muy finas, las cuales extraen la grasa corporal localizada entre la piel y el músculo. Para ello se utilizan tecnologías como Vaser, Lipo PAL o MicroAire, Bodytite o la combinación de ellas para conseguir una extracción más precisa y delicada con los tejidos grasos, al tiempo que mejora la retracción de la piel, lo que optimiza tanto los resultados como el proceso de recuperación.

Es una técnica de cirugía estética mínimamente invasiva, que busca definir la musculación y reducir el volumen corporal. Mediante esta intervención quirúrgica se extraen los depósitos de grasa localizada entre el músculo y la piel.

Este tratamiento puede durar entre 3 o 4 horas como máximo. La duración también dependerá de la extensión de la zona a tratar o la cantidad de grasa a eliminar. En ocasiones, también se combina con otras técnicas, lo que hace que se precise de más tiempo.

Sí, los resultados de la lipoescultura son permanentes, siempre que se mantenga un estilo de vida saludable. Aunque la grasa ya eliminada no vuelve a aparecer, es fundamental seguir una dieta equilibrada, realizar actividad física de forma regular y mantener unos hábitos sanos para mantener el contorno corporal conseguido.

La lipoescultura no requiere de reposo absoluto, pero sí de un cierto reposo relativo. Tras las primeras 24 o 48 horas, se recomienda empezar con paseos cortos y suaves para activar la circulación. Poco a poco, los paseos serán algo más largos. Sin embargo, la actividad física más intensa se debe retomarse de forma gradual a partir de las cuatro semanas, según las indicaciones de tu cirujano.

Cada caso es único, por lo que es importante seguir las pautas específicas que te indiquen durante el seguimiento postoperatorio.

Fumar nunca es aconsejable antes ni después de una operación. Ya que puede hacer que la recuperación sea más lenta, e incluso que aparezcan algunas complicaciones. Por eso, recomendamos dejar de fumar unas semanas antes de cualquier operación estética.

La lipoescultura no es un método para adelgazar, sino para remodelar el cuerpo. Por ello se recomienda tener un peso adecuado y saludable antes de someterte a una lipoescultura. Si no fuera así, tu cirujano te recomendará ciertas pautas para conseguirlo. La lipoescultura es ideal para eliminar los depósitos grasos que no responden ni a la dieta ni al ejercicio, pero no para perder peso.

La grasa extraída se mide en litros y no en kilos, ya que la grasa pesa menos que el agua, aunque ocupa mucho más volumen. La cantidad varía mucho según las necesidades de cada persona.

El tiempo de recuperación varía según cada paciente y la extensión del procedimiento. En general, se recomienda un reposo relativo durante los primeros días, con la posibilidad de retomar actividades ligeras en 48-72 horas. La inflamación y los hematomas pueden tardar varias semanas en desaparecer, y el uso de una faja de compresión es esencial durante el primer mes para favorecer la recuperación y mejorar los resultados.

La mayoría de los pacientes pueden volver a sus actividades diarias en dos semanas y a la actividad física en aproximadamente cinco semanas, siguiendo siempre las indicaciones del cirujano.

Las incisiones realizadas en una lipoescultura son mínimas, ya que se utilizan pequeñas cánulas muy finas para extraer la grasa. Generalmente, las cicatrices son prácticamente imperceptibles (de unos milímetros) y se colocan en zonas poco visibles del cuerpo. Con los cuidados adecuados y el uso de productos recomendados por el especialista, las cicatrices suelen volverse prácticamente imperceptibles con el tiempo.

El tiempo de recuperación varía según cada paciente y la extensión del procedimiento. En general, se recomienda un reposo relativo durante los primeros días, con la posibilidad de retomar actividades ligeras en 48-72 horas. La inflamación y los hematomas pueden tardar varias semanas en desaparecer, y el uso de una faja de compresión es esencial durante el primer mes para favorecer la recuperación y mejorar los resultados. La mayoría de los pacientes pueden volver a sus actividades diarias en dos semanas y a la actividad física en aproximadamente cuatro a seis semanas, siguiendo siempre las indicaciones del cirujano.

Las incisiones realizadas en una lipoescultura son mínimas, ya que se utilizan cánulas muy finas para extraer la grasa. Generalmente, las cicatrices son pequeñas (de unos milímetros) y se colocan en zonas poco visibles del cuerpo. Con los cuidados adecuados y el uso de productos recomendados por el especialista, las cicatrices suelen volverse prácticamente imperceptibles con el tiempo.