La recuperación de una rinoplastia cerrada suele ser más rápida y cómoda que la de una rinoplastia abierta, al ser una cirugía menos invasiva.
Durante los primeros días, es habitual que se presente una ligera hinchazón y moretones alrededor de la zona tratada, aunque estos síntomas tienden a disminuir pasada la primera semana.
El paciente podrá retomar sus actividades cotidianas después de aproximadamente 7 a 10 días, aunque es recomendable evitar actividades físicas intensas durante las primeras semanas. Es importante seguir las recomendaciones específicas del cirujano en cuanto a medicación y consejos, como dormir con la cabeza elevada y evitar la exposición al sol para minimizar la hinchazón y ayudar a una recuperación adecuada.
Los resultados de la rinoplastia son visibles a partir de las primeras semanas, pero no será hasta unos 12 meses de la intervención cuando serán definitivos, ya que durante ese tiempo, se darán pequeños cambios en la nariz.