1. Mantén la incisión limpia y seca: Lávate las manos antes de tocar la cicatriz y evita mojarla durante las primeras semanas después de la cirugía. Después de la ducha usa el secador con aire caliente para secar las incisiones, no refriegues la toalla. Una vez extraigan los puntos o tu cirujano te lo indique, podrás secarte con normalidad.
2. Protege la cicatriz del sol: La exposición al sol puede hacer que la cicatriz se quede blanquecina (hipopigmentación), se oscurezca (hiperpigmentación) y se vuelva más visible. Usa protector solar con un factor de protección solar muy alto y evita la exposición al sol directa y sin protección durante el primer año después de la cirugía.
3. Sigue las instrucciones de tu cirujano: Tu cirujano te dará instrucciones específicas sobre cómo cuidar la cicatriz después de la cirugía. Sigue estas instrucciones cuidadosamente para asegurarte de que la cicatriz sane de la mejor manera posible.
4. Masajea la cicatriz: Tu cirujano puede recomendarte masajear suavemente la cicatriz después de que haya sanado para ayudar a suavizarla y aplanarla.
5. Usa productos para mejorar el proceso de cicatrización: Hay productos como el aceite de rosa mosqueta (l’Huile de IM CLINIC es uno de los mejores), cremas, geles y parches que pueden ayudar a mejorar la apariencia de la cicatriz. Consulta con tu cirujano sobre los productos a utilizar.