La técnica CHIVA es una cirugía de varices que se basa en un mapa hemodinámico personalizado del sistema nervioso, hecho mediante ecografía Doppler. Una vez realizado este estudio, el cirujano identifica los puntos de reflujo patológico y planifica una ligadura selectiva de venas y colaterales insuficientes, sin necesidad de realizar safenectomía. Es decir, sin necesidad de extraer venas.

El candidato ideal para una cirugía de varices mediante la técnica CHIVA es aquel que sufre de insuficiencia venosa crónica, que se encuentra en estadios iniciales o moderados. Los síntomas más habituales son: dolor, pesadez, calambres y edema. Este tipo de tratamiento es ideal para aquellos que prefieren un tratamiento conservador que sea poco invasivo y con mínima cicatrización. También para personas con bypass coronario que precisen preservar la vena safena.

La técnica CHIVA para eliminar varices tiene algunas ventajas respecto a otras cirugías vasculares. Estos son los principales beneficios:

• • Es un tratamiento conservador y fisiológico.
  • Menor dolor postoperatorio y cicatrización mínima.
  • Recuperación rápida e incorporación casi inmediata a la vida diaria.
  • Preservación de la vena safena.

En IM CLINIC sabemos lo importante que son las revisiones y cuidados médicos durante el postoperatorio. Por ello, planificamos revisiones ecográficas de forma periódica para llevar a cabo un control de la evolución.

Durante el postoperatorio deberás seguir algunos consejos médicos como el uso de medias elásticas de compresión durante varias semanas y evitar el sedentarismo, dando paseos suaves diariamente. En la primera semana después de la cirugía con técnica CHIVA, el reposo es importante. De hecho, no está indicado realizar ejercicio intenso ni cargar pesos durante este tiempo.